lunes, 15 de febrero de 2010

Creyeron que quería ahogarme en ese infierno y
se marcharon cegados de miedo, huérfanos de valor...
cuando en realidad respondía a lo que gritaba mi pecho:
Levante la mano quien ama la Vida!!

sábado, 6 de febrero de 2010

Hoy quiero dedicarte esta entrada a vos…Mi Tuturulo…hace más de quince años estuviste a mi lado ángel-amigo, disfrazado de latas y ruedas llevándome por rutas de cemento, polvo y alma, casi todos tus viajes sólo fueron de ida. Recuerdo tus ronroneos cuando me hamacabas aquellas noches de gemidos y amor del bueno…tus silencios y calorcito de “motor” en la oscuridad de la montaña cuando lloraba por todos mis poros ahogado de preguntas. Te acordás cuando levantaba tu techo negro a toda velocidad y me paraba sobre el acelerador para asomarme al viento y gritarle mi alegría a las estrellas!! Cuantas veces me salvaste la vida de noche, no dejándome mover el volante cuando yo creía ver una curva que no existía, cuando tus tenues luces se hicieron como el sol para que pudiera esquivar a ese caballo que descansaba en medio de la ruta. Cuantas veces funcionaste como el orto al punto de hacerte el muerto, cuando la que se sentaba a mi lado no me convenía y cuando ella se iba cual milagro salías andando como un 0 km. Testigo de tantos sueños hechos realidad, de mágicas charlas con mis hermanos de la Vida…tu nombre aun sigue viviendo en nuestras juntadas.
Recuerdo aquel día acostado en tu interior, diciéndote que me iba bien lejos por muchos años…necesitaba hacer a pié el camino que se abría y vos ya estabas muy viejito y mañoso para conducir a otro, fue un silencioso y largo “hasta pronto”. Mi viejo te escoltó todo el camino mientras la grúa te llevaba al desarmadero, pero vos ya no estabas entre esas latas. En qué dimensión estarás ronroneando amigo mío?... sé que nos volveremos a cruzar, quizás reencarnes en la gaita que aprenderé a tocar cuando sea un abuelo-loquito o te reconozca en la respiración del hijo que aún no tengo.